Brhamari Pranayama o la respiración de la abeja

La palabra sánscrita bhramar significa abeja.
La practica se llama así pues emitiremos un zumbido bajo y profundo como el de la abeja.
Beneficios;

La vibración del zumbido tiene un efecto calmante en la mente y en el sistema nervioso. Alivia la tensión cerebral, el estrés , ansiedad e insomnio.
Acelera el proceso curativo de los tejidos corporales por lo que los pacientes post operativos se benefician bastante con esta practica. También ayuda en la fertilidad al conseguir una profunda relajación y a las embarazadas durante la gestación y en el momento del parto.
Masajea y estimula tiroides y paratiroides, fortalece y mejora la voz.
Descongestiona bronquios, albeolos y relaja la pleura pulmonar, por lo que es beneficiosa en casos de asma.
Es una técnica muy ponderosa para mejorar la memoria y la concentración. Induce estados meditativos armonizando la mente y dirigiendo la atención hacia adentro propiciando la introspección.

Método:
Es relativamente sencillo.

En una postura de 
meditación cómoda ( el único requisito es la espina dorsal erguida) con las manos descansando en las rodillas en chin mudra ( pulgar unido a indice).Nos centramos cerrando los ojos y dejando que se relaje el cuerpo. Observando el flujo natural del la respiración por unos momentos hasta que se calme.
La mandíbula debe estar relajada y los labios gentilmente cerrados, con los dientes ligeramente separados, nunca apretarlos ni tensar las mandíbulas. Esto permite que la vibración se sienta y escuche mejor.
Elevamos los brazos hacia los lados , llevando las manos hacia los oídos. Use los dedos indices ( o pulgares) para cerrar los oídos presionando los cartílagos del exteriores de los oídos.
Traemos la atención al centro de la cabeza , donde se localiza ajna chakra (entrecejo) y mantendremos el cuerpo inmóvil.
Inhalamos a través de la nariz.
Mientras exhalamos también por la nariz, sin abrir la boca lentamente y de una manera controlada, produciendo un zumbido como el de las abejas; constante profundo, uniforme y regular durante toda la exhalación. 
Siendo consciente del zumbido dentro de la cabeza. Sintiendo cómo la vibración se expande pudiendo dirigirla con la práctica sutilmente hacia dónde sientas más necesidad.
El zumbido debería ser, suave y hacer resonar la parte frontal y superior-interna del cráneo.

Al final de la exhalación las manos pueden quedarse levantadas tapando los oídos , o pueden ser regresadas a las rodillas y levantadas de nuevo para la próxima ronda.

Practicaremos hasta 3,7 u 11 rondas y gradualmente incrementaremos hasta 21.

Los mudras o gestos que adoptamos con las manos varían, el más sencillo es el que acabo de explicar; tapar los oídos.
Siempre es importante descansar si se nos cargan los hombros y muy importante no ejercer presión sobre los ojos ni apretar los dientes.

Otros mudras pueden ser los siguientes;

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